Rutas de México - Martes 1 de junio (09:00 hrs.)
(Fotos: Alejandra Pérez Bernal) |
- La Venta y Yumká, destinos de gran riqueza
- Las cabezas colosales causan admiración mundial
- Por Alejandra Pérez Bernal
El Financiero en línea
México, 1 de junio.- El recorrido continúa. La Ruta “Tesoros del Mundo Maya” tiene como segundo parada importante, al estado de Tabasco, donde se observa una gran riqueza cultural, natural y gastronómica.
Su gente cálida y su clima caluroso harán de tu estancia una experiencia inigualable e inolvidable, y como dicen sus habitantes: “Tabasco es más que una salsa”.
En Villahermosa, capital del estado y mejor conocida como “La esmeralda del sureste, podemos encontrar innumerables atractivos en torno de exuberante belleza natural representada en la vegetación de sus parques, caudalosos ríos y hermosas lagunas.
Es punto de partida y centro de entretenimiento y servicios del sureste, con una infraestructura hotelera de primer nivel, sin olvidar que Tabasco es uno de los principales exportadores de frutas tropicales hacia todo el mundo.
Parque Museo La Venta
Al llegar a este punto es de rigor visitar el Parque Museo La Venta, lugar que atesora una de las más grandes colecciones de piezas pertenecientes a la cultura olmeca.
El lugar fue diseñado, organizado y montado por el mundialmente reconocido poeta tabasqueño Carlos Pellicer y se inauguró el 4 de marzo de 1958.
Hay que recordar que hacia mediados de la centuria pasada, al hacer trabajos de exploración, Pemex descubrió un rico manto energético, cerca de La Venta.
Pronto llegó el choque entre explotar el manto petrolero y exaltar nuestra cultura ancestral, en este caso la Olmeca.
Ganó Carlos Pellicer Cámara, quien mediante una iniciativa logró que se comenzara el gran rescate de muchas piezas arqueológicas, las cuales fueron trasladadas a la ciudad de Villahermosa.
En el sitio se exhiben 36 piezas que se encuentran al aire libre, entre los que se destacan: La Cabeza de Jaguar, el Mono Mirando al Cielo, el Jaguar Humanizado, el Gran Altar, el Mosaico de Jaguar, el Rey, la Cabeza Colosal, el Altar con Ofrenda, la Abuela, la Cabeza de Viejo y el Altar del Sacrificio Infantil.
Aunque todas ellas proceden de La Venta, lugar localizado a unos, 800 kilómetros al sureste de la capital mexicana, las piezas rescatadas fueron elaboradas en distintas fechas, en un lapso no menor de 600 seiscientos años, aunque su distribución en este museo no guarda ningún orden cronológico, sino que se han clasificado en cuatro grupos: altares, estelas, esculturas exentas y las impresionantes cabezas colosales.
La elección de la Secretaría de Turismo y del Consejo de Promoción Turística, para que Tabasco sea considerado dentro de la ruta “Tesoros del Mundo Maya” sólo viene a confirmar el acierto para que los visitantes nacionales y extranjeros no se pierdan de una zona todavía inexplotada en más de la mitad de su territorio.
Además del misterioso pejelagarto, los monos aulladores y los pantanos de Centla, los paseantes pueden encontrar una región selvática, donde la vegetación es abundante, siempre rodeada de grandes árboles, como la ceiba que forma parte ya de su cultura, e incontable variedad de maderas finas.
Yumká
Un lugar que encantara a chicos y grandes es Yumká, este es un es un Centro de Interpretación y Convivencia con la Naturaleza y su nombre significa “duende que resguarda la vida animal y vegetal de Tabasco”.
Se localiza a 14 kilómetros de Villahermosa y está rodeado por agua en tres de sus cuatro costados.
Este sitio es un paraíso natural en el que conviven la flora y la fauna de diversas regiones del mundo.
Jaguares, tigres, elefantes, jirafas, cocodrilos, monos aulladores,
manatíes, guacamayas rojas, tucanes y tortugas, entre muchas especies más, se pueden conocer y admirar muy de cerca.
Diseñado para que las familias puedan tener contacto con la naturaleza y promover la conservación de las especies y ecosistemas, este lugar cuenta con 101 hectáreas decretadas como área natural protegida y clasificada como Reserva Ecológica en la modalidad de Centro de Interpretación de la Naturaleza.
El parque se divide en tres ecosistemas: el original, que es la selva y se conserva tal y como la conocieron los tabasqueños.
En esta sección caminarás durante 30 minutos, en donde entre ceibas y caobas, podrás distinguir plantas y quedar perplejo ante la geometría de los tallos, enrredaderas y hojas que parecen entonar una sinfonía de tonos verdosos en esta tierra de color.
Al final pasarás por un puente colgante de 130 metros de largo.
Luego viene el safari que recorre 24 hectáreas que representan las sabanas asiáticas y africanas. Desde la comodidad de un vehículo sin puertas ni ventanas podrás disfrutar el paso de antílopes y venados.
Más tarde entrarás a la sección africana con jirafas, un elefante, rinocerontes y cebras.
También hay un sistema lagunar que ocupa un espacio de 30 hectáreas en donde se han identificado varias especies de peces, moluscos y crustáceos.
Durante el recorrido podrás conocer tres manatíes, especie en peligro de extinción.
En la laguna hay cinco islotes. Uno de ellos contiene un nutrido grupo de monos arañas que en muchos de los casos fueron donados por sus dueños quienes los tenían en cautiverio y ahora en su nueva casa son reintegrados a su hábitat.
Al final de la visita por los lugares turísticos de este maravilloso estado, queda un grato sabor de boca y el recuerdo de la famosa frase: “Vamos a Tabasco, que Tabasco es un edén”
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